La Radioneta ha sabido ser hogar de muchísimas personas, todas ellas muy diversas, probablemente con diferentes objetivos frente al micrófono e, incluso, con miradas políticas y cósmicas discrepantes. En estos días de despedida, sin embargo, pasado y presente se (con) funden creando texturas nuevas, retazos de una otra realidad, donde el tiempo lineal y su reduccionismo fracasan en el intento de encarcelar entre puntos estáticos la experiencia de dar vida a una radio libre.
No existe una versión unívoca de La Radioneta, pues habita en multitud de sentipensares e imaginarios, así como se ha manifestado, en el desenvolver del tiempo, en variadas prácticas comunicacionales y territoriales, siendo expresión de distintos momentos históricos de Valparaíso, el lugar conocido como $hile y también el mundo. Es por eso que desde este presente material y sensible, agradecemos profundamente a todas las personas que han permitido que esta radio exista, aprenda y crezca, que la convirtieron en una amiga y compañera, que la aman intensamente y se despiden sabiendo que no se trata de muerte y menos de olvido, sino de historia, memoria y transformaciones definitivas.
El agradecimiento se amplifica y enternece hacia las maestras que estaban desde mucho antes, en la comunicación libre, en la organización feminista, en el radialismo entre mujeres, en la misión de mantener vivo y pulsante el relato oral, y traspasar saberes técnicos e históricos, la disciplina en el devenir radialista. Comunicadoras innatas, ávidas melómanas, busquillas de la rareza y la belleza sonora. Creadoras incansables, todas ellas.
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