Dicen que la educación es la base necesitamos para construir nuestro futuro y nuestra sociedad. Sin embargo, de alguna manera seguimos encontrando a nuestros sistemas educativos afectados por la desigualdad, la privatización y la corrupción, como se hace evidente a través de las protestas por la educación en curso que han tenido lugar en Chile durante los últimos años. Pero Chile no está solo en su lucha por encontrar justicia en su sistema educativo. Los Estados Unidos también se han enfrentado a problemas, y los maestros y estudiantes por igual han estado en las calles, sosteniendo carteles y gritando consignas, para luchar por sus derechos.
Por Natalie Shanklin
Aunque los problemas que los estudiantes y profesores enfrentan en los EE.UU. difieren entre estados, escuelas secundarias, universidades, e instituciones públicas y privadas, los manifestantes están abogando por una mejor calidad de la educación para la juventud de la nación. En las universidades de todo el país, los profesores a tiempo parcial están luchando con la falta de recursos entregados por sus establecimientos. Debido a que normalmente reciben salarios muy bajos por su trabajo, se ven obligados a trabajar en varias instituciones al mismo tiempo, lo que les deja con una apretada agenda y tiempo limitado para reunirse con los estudiantes y trabajar con ellos con el fin de proporcionar el tipo de educación que les gustaria. A la luz de este y varios otros problemas, los profesores a tiempo parcial han salido a las calles en protesta y han empezado a formar sindicatos con el fin de ser capaces de negociar de manera más equitativa con sus administraciones.
Por ejemplo, los profesores a tiempo parcial en la universidad de Ithaca en Nueva York formaron un sindicato en mayo. También, en el 17 de junio, treinta profesores y sus partidarios en la Universidad de Rhode Island protestaron las condiciones hostiles de empleo a tiempo parcial, y las protestas como esta están sucediendo en todo el país. Ya en febrero miles de profesores a tiempo parcial en todo el país salieron de sus clases para participar en el National Walk-Out Day (un día establecido para marchas de apoyo a la educación) a protestar sus condiciones de trabajo inadecuadas y luchar por una mejor educación para sus estudiantes.
Las escuelas secundarias se enfrentan a su propio conjunto de problemas, y uno de ellos es la falta de financiamiento. En los últimos meses, los maestros han ido a la huelga para abogar por más fondos, a fin de proporcionar una educación más reforzada a sus estudiantes. El mes pasado en Seattle, mas de 2 mil maestros participaron en una caminata para protestar por la falta de fondos para las escuelas.
Pero el gobierno no siempre los escucha. De hecho, muchos gobiernos estaduales argumentaron que la huelga en Seattle era un acto ilegal.
Y no sólo los maestros protestan. En las Escuelas secundarias en Nueva York, se informó de que el 60 o el 70 por ciento de los estudiantes decidió no tomar los exámenes estandarizados alineados con Common Core del presidente Barack Obama, que es un conjunto de normas federales impuestas a las escuelas públicas de todo el país. Pero muchos creen que el Common Core implica demasiados exámenes estandarizados y que es una intromisión del gobierno federal sobre derechos de los estados a la educación.
Además de esto, la privatización de muchas instituciones educativas y las enormes diferencias entre las escuelas públicas y privadas han incrementado el costo de recibir una educación de alta calidad. Chile está familiarizado con los efectos de la privatización en su sistema de educación, y Estados Unidos está comenzando a entenderlo también. Con demasiados estudiantes que no pueden pagar la educación de su elección, sobre todo en la universidad, los altos precios están bloqueando la educación que las personas se merecen.
Por eso protestamos, tanto en Chile y Estados Unidos. Aunque los problemas específicos de cada país son diferentes y nos enfrentamos a diferentes obstáculos cuando se trata de control de la policía durante las protestas y la respuesta del gobierno, todos queremos lo mismo: la mejor educación posible para la gente de nuestra sociedad. Así que tenemos que unirnos en este deseo compartido y seguir adelante, incluso cuando se siente como que no se escuchan nuestras voces. La verdad es que, en ambos países, no pueden darse el lujo de renunciar o ceder a nuestras prioridades, ya que el acceso a la educación de calidad para todos es necesaria. Y con persistencia, es posible.
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